Hallados en Alemania seis nuevos sermones de San Agustín
En la biblioteca Amplonia de la vieja Universidad de Erfurt acaban de emerger insólitamente lo que los expertos aseguran son seis sermones desconocidos del célebre santo bereber y uno de los mayores padres de la Cristiandad.
En la ciudad turingia tres estudiosos austríacos han recobrado, de entre una histórica colección de volúmenes manuscritos, tres sermones que versan sobre la limosna y el sostenimiento de la Iglesia por los creyentes, otros dos dedicados a las festividades de los mártires Cipriano de Cartago, Felicitas y Perpetua y uno más, que aborda la realidad de la resurrección de los muertos y defiende las profecías de las Sagradas Escrituras.
Los papeles se encontraban desde hacía 600 años entre la colección de 633 volúmenes donada por el erudito Amplonius Rating de Berka, un siglo antes de que el más famoso agustino de la localidad, Martín Lutero, fuera alcanzado por el rayo y enfocado en otra dirección. Ello recuerda a la historia del también reformador San Agustín, que había tenido su propia caída del caballo y abandonado la herejía maniquea tras su gira por Roma y Milán.
Aurelius Agustinus de Hipona, nacido en Tagaste, en la actual Argelia, en el 354, es también figura decisiva en la tradición platónica de la filosofía occidental, autor de célebres polémicas y obras como «Confesiones», «La ciudad de Dios» o la propia «Regla», y uno de los pensadores más seguidos en el medievo, incluso por la propia Reforma protestante. Las prédicas halladas, según explicaron Dorothea Weber y Clemens Weidmann al diario de Turingia, son copias a mano realizadas «probablemente en Inglaterra», aunque «pudieron llegar del sur de Italia quizás antes del primer milenio». La investigadora que dio con ellos, Isabella Schiller, de la Universidad de Viena, dice a Dpa que «allí pudieron ser añadidos a los otros textos, entre los que han sido encontrados» y estima que el volumen en que están tiene 800 años de antigüedad.
Aunque han estado meses trabajando sobre los sermones, sólo el lunes se confrontaron también Weber y Weidmann por primera vez con el original («hasta ahora los hemos estudiado en microfilmación»), aunque su descubridora, Schiller, los tenía bajo estudio desde junio, cuando lo descubrió y decidió hacer de los textos su tesis doctoral.
ABC. RAMIRO VILLAPADIERNA, CORRESPONSAL BERLÍN. 17 abril 2008