«No podemos caer en la ingenuidad de pensar que tenemos libertad porque no nos meten en la cárcel», sentenciaba el jurista, escritor y político vigués José Manuel Otero Novas, durante su ponencia en las III Jornadas Católicos y Vida Pública organizadas por la ACdP en Vigo los días 10 y 11 de marzo. «Si no se respeta la libertad de pensamiento, expresión e información -continuó el ponente-, la democracia se vuelve ficticia».

«No podemos caer en la ingenuidad de pensar que tenemos libertad porque no nos meten en la cárcel», sentenciaba el jurista, escritor y político vigués José Manuel Otero Novas, durante su ponencia en las III Jornadas Católicos y Vida Pública organizadas por la ACdP en Vigo los días 10 y 11 de marzo. «Si no se respeta la libertad de pensamiento, expresión e información -continuó el ponente-, la democracia se vuelve ficticia».

Otero Novas ofreció su charla sobre la libertad en el marco de un evento que -en la línea de reflexión propuesta por la ACdP para este año- aborda las causas y consecuencias de la corrección política, que el Papa Francisco llamó «colonización ideológica».

Otero Novas -que fundó el Grupo Tácito bajo el régimen de Franco y fue ministro en dos ocasiones con Adolfo Suárez- criticó en este sentido el «manto de silencio» que se impone a los ciudadanos. «Si lo violamos no nos meten en la cárcel, pero nos lanzan una catarata de descalificaciones que perjudica nuestra situación social», argumentó el también presidente del Instituto de Estudios de la Democracia y director del Aula Política en la Universidad San Pablo CEU. Lamentó que en Occidente se vive una «censura de facto», poniendo como ejemplos el cambio climático, la violencia doméstica o la igualdad de género. Un desafío a la noción de progreso Otero Novas desafió la noción de progreso, y defendió que la sociedad no está en el culmen de su evolución -«en contra de lo que sostienen algunos miembros de las clases dirigentes», apuntó-, sino que sigue viviendo en un ciclo entre etapas apolíneas -marcadas por la libertad, la igualdad y la serenidad, pero que pueden degenerar en indiferencia y hedonismo- y etapas dionisíacas, que tienen en positivo el encumbramiento de los ideales y la jerarquía, pero que pueden llevar al belicismo y la falta de compasión.

«Toda etapa reactiva tiende al extremo contrario», resumió el ponente, que considera que hoy «hemos empezado el camino hacia una nueva fase dionisíaca», que se percibe en la mencionada falta de libertad y en la práctica política -apuntó aquí hacia los llamados partidos populistas-. Otero Novas también lamentó la crispación entre políticos: «Cuando miro el Congreso por televisión, no lo reconozco», apuntó el ex diputado. La presentación de Otero Novas corrió a cargo de la directora de la Escuela Universitaria de Magisterio CEU, Mª Jesús Ayuso, quien destacó la «vocación de servicio público» del ponente. El ponente concluyó su conferencia llamando a los cristianos a seguir el mandato evangélico de buscar la verdad. «No es solo un imperativo religioso, sino humano: hemos de denunciar todos los intentos de restringir nuestra libertad», terminó.

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