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Cañizares: «Quien enseña Educación para la Ciudadanía colabora con el mal»

canizares-educacion-para-la-ciudadania.jpgEl cardenal arzobispo de Toledo y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio Cañizares, afirmó hoy que enseñar la asignatura de Educación para la Ciudadanía, con la intención de adaptarla al ideario del colegio, supone “colaborar con el mal”, en referencia a los colegios religiosos que no se han opuesto a esta asignatura.

El arzobispo de Toledo señaló que “el Gobierno no deja cambiar la ley”, por lo que, en su opinión, no es posible modificar el contenido curricular, así como enseñar esta materia significa “colaborar a que continué” la aplicación de una asignatura que “impone una determinada formación moral” que el cardenal criticó, y que identificó con la defendida por el pensador francés Philippe Petit, “tan apreciado por algunos”, en clara referencia al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

La asignatura de Educación para la Ciudadanía “es más que una asignatura”, afirmó Cañizares. “Se percibe una concepción de fondo en contraste con los derechos que tienen los padres de que los hijos reciban la formación religiosa y moral que deseen”, señaló el cardenal durante su comparecencia en el curso sobre Educación para la Ciudadanía que organizan entre hoy y mañana la Universidad CEU San Pablo y la Fundación García Morente.

Para el cardenal, la asignatura responde a “un proyecto claro del Gobierno” en línea con “una concepción laicista de la vida, en la que los conceptos religiosos quedan relegados únicamente a la esfera de lo privado”, cuando “la enseñanza religiosa debe ser algo fundamental en la formación de la persona”.

Según monseñor Cañizares, “la enseñanza de la religión no es un privilegio que el Estado concede, sino que cumple con su deber” al facilitar que se puede enseñar, por lo que pidió que la nueva asignatura se adapte a las “convicciones religiosas de los padres” que, en su opinión, “no tiene en cuenta”, y recordó que un alto porcentaje de padres de alumnos escoge enseñanza religiosa para sus hijos.

Antonio Cañizares señaló que esta asignatura “niega que existan principios universales”, y enseña que únicamente existe “lo que yo decido, lo que yo quiero construir”. Para el cardenal, los principios de la asignatura se basan en “el vacío de la nada y en el nihilismo”, al no aceptar ningún principio moral universal, lo que “reclama el totalitarismo para no caer en el caos”. La ideología implícita en la nueva materia, en opinión de Cañizares, se enmarca en “una reducción cultural en la que Dios no cuenta”. Para el cardenal, “el olvido de Dios es lo más significativo de estos tiempos, más incluso que la pérdida del sentido de los valores, y ese olvido está detrás del laicismo excluyente”.

Para el arzobispo de Toledo, “se educa a partir de la familia, con la familia y colaborando con la familia”. Según señaló, “la gran cuestión es quién educa, y con gran sentido los españoles votamos en la Constitución que es la familia quien lo hace”. La escuela, afirmó, “debe hablar al hombre del sentido de su vida, de la verdad, y ayudar a los hombres a encontrarse a sí mismos”. Por tanto, “la enseñanza religiosa es algo fundamental en la formación de la persona”.

Para el cardenal, la nueva asignatura defiende que “los valores y los derechos humanos son cosas en las que creen los ingenuos”, ya que “se acepta el pluralismo para todos con excepción de aquellos que creen conocer la verdad”. “Bajo la apariencia de pluralidad, aparece la imposición”, aseguró.

El Foro de la Familia pide objetar

Por su parte, el presidente del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco, pidió hoy a todas las familias españolas que objeten de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, “aunque no se vaya a aplicar en su Comunidad Autónoma, o tengan confianza en su centro educativo”, ya que, según aseguró, “con la objeción, ayudamos a los padres de Andalucía”, comunidad autónoma en la que la asignatura se aplicará desde el próximo curso.

Para Blanco, “las objeciones de conciencia en España se cuentan por miles”. Según dijo, “en el Foro Español de la Familia pedimos a los padres que nos informen de las que presentan ante los centros, y nos llegan cientos cada día”, aunque Blanco está convencido de que no conoce todas las que ya se han presentado.

“El Gobierno deberá reflexionar” sobre la nueva asignatura, aseguró, y afirmó que “apostar por la objeción de conciencia es apostar por la defensa de la libertad”. Recordó además que el Tribunal Constitucional reconoce la posibilidad de acudir a la objeción de conciencia aunque no exista un desarrollo legislativo específico, afirmó que existen “muchas más objeciones de las que conocemos” y señaló que los tribunales sólo han rechazado objeciones de carácter fiscal.

“No quiero que se me quite la responsabilidad que tengo de educar a mis hijos; el Estado no tiene derecho a arrogarse esa responsabilidad” por encima de los padres, según aseguró.

Benigno Blanco aseguró que los contenidos de la asignatura se basan en el pensamiento del rector de la Universidad Carlos III de Madrid, Gregorio Peces-Barba, que “parte del prejuicio de que no es legítimo de que la religión tenga presencia pública”, además de que, según afirmó, la asignatura “niega la posibilidad de conocer lo que es bueno o malo”.


ABC.es 26 junio 2007