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Para encontrar el Norte (13/…): Ya hemos visto que la clave está en Jesús, por eso me interesa preguntar ¿cómo se ha realizado la manifestación histórica de Dios?

El hombre es un buscador, pero necesita una brújula para encontrar su norte.

II b.  QUIÉN ES JESUCRISTO

Lidia: 

Ya hemos visto que la clave está en Jesús, por eso me interesa preguntar ¿cómo se ha realizado la manifestación histórica de Dios? 

Pedro:

– Pues en varias etapas puesto que hablamos de historia. Primero se reveló desde el principio a Adán y Eva para abrir el camino de la salvación sobrenatural. Después del pecado original alentó a todos los hombres que perseveraban en las buenas obras enviando patriarcas y profetas: Noé, Abraham, Moisés, Isaías, o Ezequiel.

En el origen de la humanidad Dios creó a vuestros primeros padres para originar a todo el género humano siguiendo leyes sabiamente establecidas y les invitó a una comunión íntima con Él revistiéndoles de gracia y de santidad. El Vaticano II dedica todo un importante documento a la Revelación y en él dice que: «Dios, creándolo todo y conservándolo por su Verbo, da a los hombres testimonio perenne de sí en las cosas creadas, y, queriendo abrir el camino de la salvación sobrenatural, se manifestó, además, personalmente a nuestros primeros padres ya desde el principio». 

Después de su caída original alentó en ellos la esperanza de la salvación con la promesa de la redención. Como hitos principales el Catecismo de la Iglesia Católica destaca: la alianza con Noé después del diluvio que permanece en vigor mientras dura el tiempo de las naciones hasta la proclamación universal del Evangelio; Dios elige a Abrahán para reunir a la humanidad dispersa haciéndole “el “padre de una multitud de naciones”. El pueblo nacido de Abrahán será el depositario de la promesa hecha a los patriarcas, el pueblo de la alianza, y aún más promete la salvación universal de la humanidad por medio de ese pueblo; Dios forma a su pueblo Israel salvándole de la esclavitud de Egipto. Estableció con Él la Alianza del Sinaí y le dio por medio de Moisés su Ley para que le reconociese y sirviera como el único Dios vivo y verdadero, en espera del Salvador prometido. Más adelante serán los jueces, reyes y profetas quienes prepararán la revelación evangélica (Cfr. nn.54-64).

Jesús Ortiz