El hombre es un buscador, pero necesita una brújula para encontrar su norte.

II b.  QUIÉN ES JESUCRISTO

Lidia:

Me parece que la vida de Jesucristo tiene que ver con la revelación de Dios; pues bien ¿cómo podemos saber los hombres que Dios ha hablado?

Pedro:

-Desde aquí arriba da la impresión de que los hombres querrían que Dios estuviera haciéndose visible en cada momento para solucionar sus problemas mediante acciones milagrosas y llegar a percibir su voz de manera clara y distinta. Pero Dios es infinitamente sabio y ofrece su diálogo a los hombres y mujeres inteligentes y libres; por eso ha desarrollado una sabia pedagogía que tiene sus tiempos y sus maestros. La Revelación es la automanifestación de Dios en la historia del pueblo elegido per medio de los patriarcas y de los profetas hasta culminar en Cristo, que es la Palabra de Dios y plenitud de los tiempos. Es, pues, una iniciativa divina de Dios que interviene en la historia, con un contenido salvador y santificador, como pasamos a ver.

Hay una clara iniciativa divina. Dios es la plenitud del Ser que nada necesita, pero, movido por su amor, libremente ha creado el universo entero, a nosotros los ángeles y a nosotros los hombres. A imagen suya los ha creado como inteligentes y libres, invitándoles a conocerle y a ser felices; más aún, se aviene con su misericordia mediante la revelación para mostrarse directamente quién es El y cuáles sus designios de salvación con los hombres a fin de hacerles en Cristo hijos de Dios.

Con una maravillosa pedagogía divina se van manifestando las personas divinas en su misión salvadora que refleja sus insondables relaciones personales como Padre, Hijo y Espíritu Santo. La teología llama “economía” a la sabia disposición de tiempos y medios en favor de los hombres, en cuanto corresponden a la “teología” de los orígenes eternos de las personas en la misma y única naturaleza divina. En pocas palabras: por la historia de salivación o historia sagrada los hombres conocen las intervenciones de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, y por ello a intuir algo de su mismo Ser en las tres Personas distintas.

Y es que Dios interviene de verdad en la historia humana sin suplantar vuestra libertad humana. La Revelación es un hecho histórico porque se han dado intervenciones de Dios en la historia para hablar a todos los hombres. Para ello ha utilizado a unos enviados concretos (nosotros los ángeles y también los profetas) y un pueblo determinado (Israel), que preparan el camino para la llegada de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, que habló con palabras de vida eterna. Esta Revelación sobrenatural e histórica es, pues, una manifestación pública dirigida a todos los hombres, que la ciencia histórica ha podido comprobar con su propio método y desde la perspectiva que le corresponde.

Jesús Ortiz