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Investigación y acción: una universidad que no mira para otro lado

Investigación y acción: una universidad que no mira para otro lado

La Universidad de Navarra, entre las cien mejores del mundo por su contribución en la lucha contra la pobreza.

Teniendo en cuenta las tres principales tareas de la universidad (docencia, investigación y servicio a su entorno) la sociedad demanda cada vez más a las universidades que se impliquen en la solución de problemas que afectan a comunidades y personas concretas, con rostro, abandonando su simbólica “torre de marfil”. Como otras organizaciones, al ordenar su contribución al desarrollo humano, las universidades cuentan con el estándar internacional de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS).

Tras años de trabajo en distintos institutos y centros, la Universidad de Navarra se encuentra entre las cien mejores del mundo por su aportación a ODS relacionados con la lucha contra el hambre (posición 51) y la pobreza (puesto 92). Así lo ha destacado el ranking de impacto de Times Higher Education (THE) en su última edición, en la que han participado 767 universidades de 85 países. Para evaluarlas, THE analizó cuatro áreas: la investigación orientada a los ODS, la sintonía del gobierno de la universidad con ellos, la docencia impartida y la repercusión que tiene en la sociedad.

Pobreza: de lo internacional a lo local

Según el ranking, la Universidad de Navarra es la número 92 del mundo en sus esfuerzos por luchar en contra la pobreza, que van desde lo internacional a lo local. Entre las iniciativas valoradas por THE se encuentra el Navarra Center for International Development (NCID), un think tank que forma parte del Instituto Cultura y Sociedad.

El NCID busca que la investigación académica llegue allí donde más se necesita. Reúne a economistas, politólogos, periodistas, historiadores y urbanistas en el estudio de la erradicación de la pobreza extrema. Como indica el director del centro, Luis Ravina, la investigación permite “estimar el impacto de las intervenciones contra la pobreza y el hambre, y, además, descubrir qué sectores se benefician de esta intervención”.

EL NCID REÚNE A ECONOMISTAS, POLITÓLOGOS, PERIODISTAS, HISTORIADORES Y URBANISTAS EN EL ESTUDIO DE LA ERRADICACIÓN DE LA POBREZA EXTREMA

A través del trabajo conjunto con instituciones locales, se centran en investigaciones que puedan ser aplicables directamente a la realidad de los países en desarrollo. El NCID tiene presencia estable en Filipinas, Guatemala, Kenia y Sudáfrica y además desarrolla proyectos en países en desarrollo como Bolivia, Mozambique, India o República Democrática del Congo, en algunos de los cuales asesoran a gobiernos e instituciones públicas.

Luis cita como ejemplo positivo el proyecto que desarrollaron en la República Democrática del Congo, donde los investigadores concluyeron que enviar mensajes de radio para lograr la defección de la milicia de Joseph Kony reduce las muertes, la violencia civil y los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Hacerlo por más de una hora al día en toda la unidad geográfica puede reducir las muertes en un 15 %, según los investigadores, lo cual crea un ambiente más propicio para el crecimiento económico.

Asimismo, en el ranking se han valorado muy favorablemente dos proyectos del IESE: el Fuel Freedom Chair for Energy and Social Development y la Africa Initiative. Gracias a esta última, la escuela de dirección de empresas de la Universidad ha contribuido al desarrollo en varios países africanos, ayudando a la formación de directivos locales a través de acuerdos con escuelas de negocios de esos países.

Como indica África Ariño, miembro de la Africa Initiative y profesora del IESE, “promovemos una mejora que va más allá de lo económico; implica a la persona en su totalidad y a la sociedad”. Formar a los dirigentes de las empresas –especialmente en valores éticos– es clave por la desigualdad que existe en muchos de estos países, donde las instituciones que deberían vigilar a las compañías no están desarrolladas.

La Africa Initiative promueve la formación del profesorado local, lleva a profesores del IESE a impartir clases en escuelas de negocios locales, mantiene un programa de becas a jóvenes para realizar programas MBA o fomenta la elaboración de investigaciones conjuntas, donde la relación, como indica África, “siempre es bidireccional”. Esta cooperación con escuelas africanas es algo distintivo del IESE y tiene casi treinta años de historia.

LA UNIVERSIDAD HA CONTRIBUIDO AL DESARROLLO EN VARIOS PAÍSES AFRICANOS, AYUDANDO A LA FORMACIÓN DE DIRECTIVOS LOCALES

A nivel local, la Universidad de Navarra también colabora en la lucha contra la pobreza y así lo ha analizado Times Higher Education. Un ejemplo de ello es el Programa de Reparación de Viviendas desarrollado por Tantaka en PamplonaTantaka –“gota a gota” en euskera– es el banco de tiempo solidario de la Universidad, que hace posible que anualmente más de 1.300 personas (estudiantes y empleados) inviertan más de 52.200 horas a ayudar a 138 asociaciones colaboradoras (…).

Lucha contra el hambre

En la lucha contra el hambre, donde la universidad es la 51.ª del mundo según THE, se evaluaron diversos proyectos, como la ayuda directa a la investigación científica, donde la Universidad lleva años tratando de aportar en campos como la nutrición.

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En cuanto a las primeras, resulta clave otra vez Tantaka y su colaboración con los Bancos de Alimentos de Pamplona y, más específicamente, con la Gran Recogida de Alimentos. Más de 550 voluntarios han colaborado en ambas iniciativas, en las que los propios empleados de la universidad han tenido un papel relevante, especialmente en la segunda Gran Recogida, cuando “los empleados de la Universidad acuden con sus hijos a los supermercados y cubren en familia los turnos de recogida de alimentos”, dice Sofía Collantes. (…)

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