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Movimientos eclesiales: Equipos de Nuestra Señora

Qué es un equipo de Nuestra Señora?

Un equipo de Nuestra Señora es un grupo de matrimonios cristianos, formado por 4-7 parejas cristianas, acompañadas de un sacerdote o consiliario. Se reúnen en casa para vivir en comunidad la fe, a imitación de los primeros cristianos.

Todos los equipos forman parte de un movimiento internacional, reconocido oficialmente por la Iglesia católica, que quiere ayudar a las parejas a vivir en profundidad su sacramento del matrimonio. El movimiento, colocado bajo la protección de Nuestra Señora, la Madre de Jesús, invita a las parejas a vivir plenamente la espiritualidad conyugal.

     Cada equipo es una pequeña comunidad cristiana donde nos ayudamos a:

    

  • Seguir a Cristo en pareja y en equipo.
  • Querernos más y mejor como marido y mujer.
  • Acoger y educar cristianamente a los hijos.
  • Ser miembros activos de la Iglesia.
  • Vivir como laicos cristianos, comprometidos con el mundo.

En el equipo nos ayudamos unos a otros, y así 

    • Compartimos alegrías y penas, éxitos y fracasos.
    • Vivimos lo acontecimientos a la luz de la fe.
    • Superamos dificultades.
    • Aprendemos a darnos a los demás.
    • Oramos en común y con frecuencia celebramos la Eucaristía.
    • Nos formamos para dar razón de nuestra fe y de nuestra esperanza.

 Los equipos de Nuestra Señora son uno de los medios que puede utilizar cualquier matrimonio cristiano para vivir su cristianismo de un modo más comprometido y para compartir su fe con otras personas. Los ENS están abiertos a todos los matrimonios cristianos.

 Por otra parte la pertenencia a ENS no puede separarnos del resto de la Iglesia sino todo lo contrario: debe llevarnos a participar más y más cada día en la colaboración en el trabajo pastoral de las parroquias a las que pertenecemos, como laicos cristianos comprometidos. Y esto es lo que sucede en la práctica. ENS nos da profundidad como personas y nos prepara para la acción.

 

¿Cómo funciona un equipo de Nuestra Señora?

 Cada equipo se reune una vez al mes en la casa de alguno de sus miembros. En muchos casos la reunión va precedida de una cena o comida. La reunión propiamente dicha consta de cuatro partes:

La puesta en común: En ella se exponen las cosas importantes que le han acontecido a cada pareja durante el mes.

La oración: es quizás el momento más fuerte de la reunión. En ella se comparte la fe desde lo más profundo del corazón, rezando juntos, y sintiendo la presencia de Dios en medio. “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre allí estoy yo en medio de ellos”

La participación: en ella se comparte la forma en que cada uno ha vivido durante el mes los puntos de esfuerzo que el movimiento propone para mejorar como personas, como cristianos y como pareja.

 

Estos puntos concretos de esfuerzo son:

     La escucha de la Palabra de Dios. Es la lectura, cada día, de un pasaje de la Biblia, especialmente del Evangelio, en un clima de meditación personal y silenciosa sobre el texto, recibido como la palabra de Dios viva.
      “Escuchar no es solamente una actividad de la inteligencia. Es una actividad de todo nuestro ser; de la inteligencia, del corazón, de la imaginación, de la voluntad… Hay un paso a la actividad de escuchary es la de hacer silencio en uno mismo; si siempre estoy lleno de mi mismo, si sólo me preocupo por lo mío, no puedo escuchar al otro.
     Si queremos a otra persona, queremos encontrarnos con ella, nos interesa conocerla y escuchar lo que nos dice.
     No se puede amar a alguien a quien no se conoce. Sin conocimiento no hay amor. El evangelio es la manero con que Dios nos habla. Para conocer a Dios, para acercarnos a lo que Él quiere, hay que leerlo y releerlo. “No lo leáis como un periódico, sino como una carta de amor que alguien que os quiere os envía. Cuando uno recibe una carta así, pesa cada palabra, lee entre líneas, intenta descubrir la intención. Leer el evangelio es buscar a través de las palabras el corazón de Aquél a quien amamos” (P. Caffarel). Para abrirnos a Él, para encontrarle, para responderle, para dejar que su Espíritu nos transforme”. (Cuaderno de Pilotaje. Tercera Reunión)
     La oración personal.
     La oración conyugal y si es posible familiar.
     La sentada. Sentarse los dos miembros de la pareja al menos una vez al mes para charlar con calma de la situación en la que se encuentra su matrimonio.
     La regla de vida.
     El retiro anual.

 

Equipo ENS de Galicia