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«Allí me siento en el cielo»

Mauricio Tejerina Delgado es vecino de Autillo de Campos y a sus 81 años ha peregrinado al santuario francés de Lourdes ocho veces, viajes a los que se han ido sumando para acompañarle diferentes miembros de la familia, como su hija, Purificación Tejerina, y seis de sus ocho nietos. La primera de las peregrinaciones la realizó en 1999 para acompañar a su esposa, pero el accidente que sufrió el año siguiente al caer de un tejado a una altura de seis metros le impidió acudir a la siguiente peregrinación.
A partir de entonces, Mauricio no ha faltado ningún año a su cita con la Virgen de Lourdes a pesar de tener que ir en silla de ruedas. «Desde la primera vez que fui me quedé emocionado y prendado de la Virgen, y ya no sueño más que con ver la imagen y la gruta. Allí me siento como en el cielo», explica, y añade que la fe ayuda a sobrellevar mejor las dificultades de la vida.
Este año no se encuentra con fuerzas para realizar el viaje, pero, siguiendo sus pasos, acudirán su hija y dos de sus nietos, quienes le han pedido que escriba algún pensamiento o una petición que leerán durante su estancia para que los peregrinos le tengan presente, ya que todos se conocen y son como una gran familia. Tremendamente religioso, como le define su hija, Mauricio asegura que en una de sus visitas encontró la cura a una hernia que sufría. «Me dijeron que me tenían que operar y se me ha quitado, y para mí es un milagro, porque se lo pedí a la Virgen», asegura.
Agricultor de toda la vida, era una persona muy jovial, con una energía tremenda y muy trabajador, según su hija Purificación, que le define como ‘un’guindilla’, ya que no paraba de hablar con la gente. «A veces me enfado porque con lo bueno que ha sido para todo el mundo ha sufrido mucho», explica su hija, y añade que lo que más le impactó del viaje es el fantástico equipo humano que viaja desde Palencia.
nortecastilla.es 30.07.09 –A. P. PALENCIA