Sobre Benedicto XVI y los restos de San Pablo
Hola a todos,
Supongo que habéis leído estos días la reciente noticia sobre el descubrimiento de restos óseos de San Pablo en Roma. Muchos medios de comunicación se hacen eco de la noticia de que mediante pruebas de Carbono 14, pudo determinarse que los restos óseos datan del siglo I ó II después de Cristo, y se atribuyen a Benedicto XVI las siguientes palabras: “De esta forma, parece que podemos establecer sin margen de dudas que realmente se trata de los restos del apóstol San Pablo”. Así lo cuenta por ejemplo el diario El Mundo (http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/29/internacional/1246252943.html), con un texto idéntico al que se encuentra en nuestra hoja parroquial Assumpta de ayer.
Desde el principio me llamó la atención la simpleza de esta afirmación, y me costaba creer que una persona de la talla intelectual de Joseph Ratzinger fuese su autor. Efectivamente, la prueba del Carbono 14 sólo dice que los huesos son de ALGUIEN que murió hace dos mil años, pero obviamente no puede concluir que esos restos pertenecieron a San Pablo, menos aún “sin margen de dudas”. ¿Es que San Pablo fue el único que murió hace dos mil años?
Así que fui a comprobar si verdaderamente Benedicto XVI había dicho esto. La homilía citada (que por cierto tiene gran interés espiritual, pero donde la cuestión de los restos óseos es puramente anecdótica, aunque sea lo que han resaltado los medios) se encuentra publicada aquí (http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/homilies/2009/documents/hf_ben-xvi_hom_20090628_chius-anno-paolino_sp.html), y efectivamente el Papa NO DIJO las palabras que se le atribuyen en muchos medios, sino estas otras:
“Nos encontramos reunidos junto a la tumba del Apóstol, cuyo sarcófago, conservado bajo el altar papal, recientemente ha sido objeto de un esmerado análisis científico: en el sarcófago, que nunca había sido abierto en muchos siglos, se realizó una pequeñísima perforación para introducir una sonda especial, mediante la cual se descubrieron rastros de un valioso tejido de lino teñido de púrpura, laminado con oro coronario, y de un tejido de color azul con fibras de lino. También se constató la presencia de granos de incienso rojo y de sustancias proteínicas y calcáreas. Además, se comprobó que algunos fragmentos óseos muy pequeños, sometidos al examen del carbono 14 por expertos que desconocían su procedencia, pertenecían a una persona que vivió entre los siglos I y II. Eso parece confirmar la tradición unánime y concorde, según la cual se trata de los restos mortales del apóstol san Pablo.”
Las auténticas palabras del Papa son muy distintas de las que se le han atribuido. Hay una gran diferencia entre “podemos establecer sin margen de dudas” y “parece confirmar la tradición”. En las palabras del Papa la prueba principal, que en todo caso tampoco es absoluta, viene de la tradición histórica, y la prueba del Carbono 14 no hace otra cosa que dar verosimilitud a esta tradición, pero por sí misma no demuestra nada.
Lo que me da pena es que esta falta de rigor al atribuir unas estúpidas palabras al Papa se convierta en una nueva ocasión para que sus críticos se ceben con él, como ya está ocurriendo en multitud de foros en internet.
Abrazos, Un feligrés