Gran celebración “Por la familia cristiana”
Lourdes y Juan se miraron a los ojos «durante la última visita de Juan Pablo II a Madrid, en mayo de 2003, en Cuatro Vientos», y a los dos años contrajeron matrimonio en su parroquia «de toda la vida», en Ciempozuelos (diócesis de Getafe). Poco tiempo después nació Jaime, a quien «bautizamos y tratamos de educar en la fe en la que nos enseñaron nuestros padres», afirma Lourdes.
Los tres (Lourdes, Juan y Jaime) acudirán el próximo 30 de diciembre, a las once de la mañana, a la madrileña plaza de Colón, para participar en el gran encuentro en defensa de la familia cristiana convocada por el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, y que cuenta con el total apoyo de la Conferencia Episcopal y el indispensable aval de la Santa Sede.
El Papa en Madrid
Al mediodía, una pantalla gigante comunicará a los fieles congregados en el centro de la capital -las previsiones hablan de 200.000 personas- con Benedicto XVI, quien dirigirá, en directo, un mensaje a las familias allí congregadas. Ahí arrancará el acto propiamente dicho, que consistirá en una celebración de la Palabra con testimonios e intervenciones de las familias, que después serán enviadas a «evangelizar la sociedad de hoy», como recalcaba esta semana el arzobispo de Madrid.
«Para nosotros es muy importante participar en este acto, porque los valores que enseñamos a nuestro hijo parece que no están de moda en la sociedad de hoy», apunta Juan, arquitecto de profesión.
«Y la presencia del Papa -continúa-, sin duda, añade relevancia al encuentro, aunque sea a través de una conexión en directo». El gesto de Benedicto XVI ha sido especialmente valorado por la Iglesia de Madrid, que quiere de esta manera rememorar el histórico mensaje lanzado por Juan Pablo II en el histórico encuentro de las familias celebrado en noviembre de 1982 en la plaza de Lima y del que se acaban de cumplir 25 años.
Lourdes, enfermera en el psiquiátrico gestionado por los hermanos de San Juan de Dios en Ciempozuelos, concreta el razonamiento de su marido: «Ahora mismo, la familia es la gran esperanza de la sociedad frente a la barbarie que supone la cultura de la muerte. Lo estamos viendo con los casos escalofriantes de abortos, pero también con las guerras, el poco aprecio a la vida y la falta de respeto, casi el acoso, a las creencias de cada uno».
«No somos «bichos raros»»
«No somos «bichos raros», aunque a veces nos sentimos como tales», añade Virginia, de 41 años. La familia formada por este ama de casa junto a su marido, Fernando (46, bombero en Collado Villalba), y sus dos hijos (Alejandro, de 14 años, y Beatriz, de 10), será una de las protagonistas del encuentro de Colón, en cuya organización y actuación están participando de modo activo.
Los cuatro fueron enviados por el cardenal Rouco el pasado 8 de diciembre, durante la celebración de la Vigilia de la Inmaculada, en lo que supone la segunda etapa de la «Misión Joven» lanzada por la Iglesia de Madrid. «El cardenal nos entregó una cruz a los cuatro, y ellos sintieron que formaban parte del envío, como una familia que se educa en común y que lo comparte todo, incluso la sensación de luchar contra corriente. Fue un momento emocionante», recuerda Virginia, que reparte su tiempo entre el cuidado de la casa y la delegación de pastoral de la Vicaría 7, «la más grande de Madrid», que comparte con su marido.
«Siempre vamos juntos. No hemos querido hacer vidas paralelas, sino fortalecer el amor conyugal para transmitirlo a la familia, y al resto de la sociedad», añade.
Tanto Virginia como Fernando afrontan el encuentro del próximo 30 de diciembre «con muchísima ilusión, porque es muy importante hacer visible la presencia de la familia en la sociedad». El matrimonio comparte plenamente el espíritu de la concentración, «con el recuerdo al viaje de Juan Pablo II y la reivindicación festiva».
Testimonio en positivo
Porque, en opinión de Virginia, «muchos esperan que vayamos en manifestación por la calle, que nos politicemos, pero esto es mucho más que eso, es dar testimonio de unidad. Decir que somos un montón, y que las familias cristianas tenemos algo que decir, algo especial, dentro de la sociedad».
Precisamente, desde la Archidiócesis de Madrid se ha querido subrayar el objetivo de esta celebración: «apoyar a la familia cristiana mediante el anuncio explícito de la verdad que la Iglesia católica nos enseña sobre ella». Tanto es así, que el delegado de Pastoral Familiar de la diócesis de Madrid, Manuel Barrios, ha dirigido una carta a todos los párrocos de la Comunidad, en la que les anima a «informar e invitar» a todos los fieles, en positivo.
«La forma más eficaz de hacerlo -subraya- es a través de un matrimonio o de una familia que lea un comunicado o, mucho mejor, que hable directamente a la asamblea, dando su propio testimonio y explicando los motivos por los que acudirá». Lourdes, Juan y Jaime lo tienen claro: «porque creemos en la familia, y en su papel hoy, y siempre».
Otra de las cuestiones sustanciales a resaltar a la hora de convocar a los fieles, según Manuel Barrios, se encuentra en que «sepamos transmitir que esta celebración no es un acto político ni va contra nadie. No es una concentración ni una manifestación, sino que pretende apoyar a la familia».
Abc – JESÚS BASTANTE –MADRID. / Ecclesia Digital