Arzobispo Emérito de París

El arzobispo emérito de París, cardenal Jean-Marie Lustiger, fue convocado a la Casa del Padre el domingo 05.08.07 en París a los 80 años de edad. Lustiger, considerado “la voz” de Juan Pablo II en Francia, falleció en la clínica de cuidados paliativos ‘Jeanne-Garnier’, donde estaba ingresado desde el 23 de abril debido a una grave enfermedad.

Aaron Lustiger nació el 17 de septiembre de 1926 en París, en una familia de comerciantes judíos de origen polaco que sufrieron la persecución nazi. Su abuelo materno fue rabino y su infancia rigurosa, y por eso, “feliz”, según el mismo explicaba. A los 14 años, (en 1940) en la ciudad francesa de Orleans, se convierte al cristianismo con el nombre de Jean-Marie.

“Ni por un momento olvido la historia que represento”, aseguró tras su nominación a la Academia francesa. Para él, además, su conversión no significa de ninguna manera el abandono de su identidad judía, y será un actor privilegiado del acercamiento entre ambas religiones.

Entre los judíos, la reacción a su conversión va desde quienes le consideran un orgullo hasta quienes piensan que cometió una traición al convertirse.

Sin embargo, siempre huye de toda ambigüedad y recalcó que era judío por lo eran “todos sus antepasados”, algo que no le impidió, desde su punto de vista, ser “discípulo de Cristo y miembro de la Iglesia”.

Durante 25 años el cardenal Lustiger llevó su autoridad moral y espiritual a la diócesis de París y a la Iglesia de Francia.

Lustiger, elegido en 1995 miembro de la Academia francesa en sustitución del cardenal Albert Decourtray, estuvo especialmente preocupado por los desafíos de la modernidad. Pese a su aperturismo, rechazaba paradójicamente el “espíritu de las luces”, origen desde su punto de vista del neopaganismo.

El 6 de agosto del 2007 el Presidente del CRIF (Conseil Représentatif des Institutions juives de France-Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia), Richard Prasquier y el conjunto de las organizaciones miembros del CRIF (Conseil Représentatif des Institutions juives de France) expresan su emoción y su tristeza al anuncio de la muerte del cardenal Jean-Marie Lustiger, y lo salida como “figura histórica”.

Jean-Marie Lustiger ha sido una figura histórica de las relaciones entre judíos y católicos, no solamente en Francia sino también en el mundo. Por su historia, por sus iniciativas, una de las más recientes fue la organización de los encuentros judeo-católicos de Nueva York, en cooperación con el rabino Israel Singer, Jean-Marie Lustiger manifestó hacia su comunidad de origen, de la cual él nunca se sintió separado, un afecto y una solidaridad profunda. Desempeñó un papel eminente, en particular, con el cardenal Decourtray, en todos los episodios que han señalado las relaciones entre judíos y cristianos estos últimos años, de Auschwitz a la declaración del episcopado en Drancy en 1977.

Por sus vínculos con el Papa Juan- Pablo II y el Papa Benito XVI, contribuyó a la nueva mirada de la Iglesia Católica hacia el judaísmo. Lustiger trabajó mucho a que en Francia las relaciones entre cristianos y judíos fueran ejemplares.

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