El Papa denuncia el tráfico de drogas «que pisotea la dignidad humana»
Benedicto XVI visitó en Brasil uno de los centros de la Hacienda de la EsperanzaEl papa Benedicto XVI pidió a los traficantes y distribuidores de drogas que «reflexionen» sobre el mal que causan a multitud de jóvenes y de adultos en toda la sociedad y les advirtió: «Dios os pedirá cuentas de lo que estáis haciendo». El Pontífice hizo estas manifestaciones ante unos 6.000 invitados, entre ellos unos 2.000 jóvenes que se rehabilitan en centros de la Hacienda de la Esperanza.
El Papa se encontraba el municipio de Guaratiguentá, cerca del santuario mariano de Aparecida, que visitó en la misma jornada.
«Me dirijo a los traficantes de droga para que reflexionen sobre el daño que están haciendo a multitud de jóvenes y de adultos: Dios os pedirá cuentas de lo que estáis haciendo. La dignidad humana no puede ser pisoteada de este modo», dijo el Pontífice.
Sus palabras recordaron las pronunciadas en 1993 por Juan Pablo II cuando visitó la localidad italiana de Agrigento, en Sicilia, y con voz enérgica, exigió a la mafia que se «arrepintiera».
” Pentitevi” (arrepentíos), clamó entonces el Papa, una advertencia recordada ayer, cuando con la misma decisión Benedicto XVI advirtió a los traficantes de que Dios les pedirá cuentas.
El Papa Ratzinger añadió en su discurso que el mal causado recibe la misma reprobación que Jesús expresó para aquellos «que escandalizaban a los más pequeños, los preferidos de Dios», en referencia al Evangelio de Mateo.
La Hacienda de la Esperanza fue creada en 1983 por iniciativa del franciscano alemán Hans Stapel. Cuenta actualmente con 43 comunidades presentes en Brasil, México, Guatemala, Paraguay, Argentina, Mozambique, Alemania, Rusia y Filipinas.
Además de drogodependientes, también acoge a madres solteras, familias o personas necesitadas y enfermos de Sida en fase terminal.
La reinserción
El Papa resaltó que gracias a la terapia, que incluye la asistencia médica, psicológica y pedagógica, pero también muchas plegarias, trabajo manual y disciplina, «son ya muchas las personas, sobre todo jóvenes, que han logrado liberarse de la dependencia y recuperar el sentido de la vida».
Benedicto XVI añadió que la reinserción en la sociedad constituye «sin duda, una demostración de la eficacia de esta iniciativa, que tiene como base espiritual el carisma de San Francisco y la espiritualidad del Movimiento de los Focolares».
Agregó el Pontífice que lo que más llama la atención y confirma la validez del trabajo «son las conversiones, el reencontrarse con Dios y la participación activa en la vida de la Iglesia».
«No basta cuidar el cuerpo, hay que dar brillo al alma con los más preciosos dones divinos adquiridos con el bautismo», afirmó Benedicto XVI.
El Obispo de Roma expresó también su solidaridad a todos los centros que trabajan en el mundo «para devolver la vida».
Durante el encuentro, los jóvenes cantaron numerosas canciones y los menores que viven allí le regalaron el «anillo de la solidaridad». El Papa regaló al centro 100.000 dólares.
diariodenavarra.es JUAN LARA. EFE. SAO PAULO